lunes, 15 de febrero de 2010

El pelado piojento

Había una vez un señor que tenia muchisimo cabello, negro y frondoso. Tenia mucho pelo!!! Negro, brillante, grueso, en toda la cabeza.
Pero este señor era medio sucio, el muy inmundo rara vez se bañaba, y tampoco se peinaba mucho.
Y por eso, resulta que tenia la cabeza llena de ¡piojos!
Tenia tantos, tantos, pero tantos piojos, que tuvieron que organizarse para poder vivir. No les alcanzaba con andar de acá para allá por la cabeza, haciendo lo que hacen los piojos.
Eran tantos, que para estar más cómodos construyeron de todo en la cabeza del piojoso: un estadio de futbol! un club con pileta! un plan habitacional! un complejo de golf! una escuela para piojitos con jardín de infantes! y muchas cosas más. Los piojos vivian muy felices.
Pero que pasó?
Resulta que, con los años, el señor se empezó a quedar, de a poquito, pelado. Desde adelante hacia atrás. A medida que el señor se iba quedando pelado, los piojos tenian que mover el estadio, la escuela, la pileta, cada vez más y más atrás. Y además, cada vez más apretados!
Hasta que un día se dieron cuenta que el señor se iba a quedar totalmente pelado y que no iban a tener donde vivir.
Pero, como eran unos piojos muy ingeniosos, que además habian ido a la escuela, se dieron cuenta donde podian seguir viviendo: en el bigote del señor!
Entonces se mudaron al bigote del señor y allí construyeron otra vez la escuela, la pileta, la cancha de futbol...
Estaban medio apretados pero habia otras ventajas: por ejemplo, cada tanto el señor comia helado y se le quedaba un poco en el bigote. A los piojos les encantaba. Esto rara vez pasaba en la cabeza.
Y así vivieron muy felices hasta que el señor decidió un día afeitarse, y se sacó el bigote. Los piojos se quedaron otra vez sin lugar para vivir, y estaban desesperados.
No teniendo más remedio, se mudaron debajo del brazo del pelado, porque ahi habia un montón de pelo.
Y la verdad, no les gustó. Cada vez que querían construir algo el señor movia el brazo y se los rompia. La humedad era terrible, y el olor era asqueroso! El muy sucio no se bañaba nunca y encima no usaba desodorante. Además, a veces el señor se rascaba el sobaco, y tenia las uñas sucias. Así no se podía vivir más!
Pero entonces se les ocurrió un plan. Esa noche, cuando el señor se fue a dormir, fueron caminando despacito hasta la oreja del señor. Se asomaron al bordecito de la oreja mientras el señor dormía y entonces

- Pelado, hacete la raya al mediooooo
- Pelado, cabeza de rodillaaaaa!
- Pelado, pista de aterrizaje pa mosquitosss eeehhhh chivita vieja
- Pelado bochini anda a laburá de homero pelaooo garcaa ehhh
- eeehhh pelao botónnnnnn yuta

al otro día, cuando el señor se despertó, se sintió raro y dijo:

- No se porque, no quiero ser más pelado. Me voy a comprar una peluca.

Dicho y hecho, el señor se compró una hermosa peluca, se la puso en la cabeza y los piojos se mudaron allí. Era igual de lindo que antes! Reconstruyeron su ciudad, con la escuela, el estadio la pileta y un nuevo pelotero y todos, el señor y los piojitos, vivieron felices y comieron perdices.

Y colorin colorado, este cuento se ha terminado.

3 comentarios:

  1. La gracia de este cuento es como los piojos le gritan al pelado.
    Hay que hacerlo gracioso, con un tono lo lo haria el panza de Cual Es (por lo menos en Argentina)

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  2. No hay más cuentos??? dale.. subí más!!!!

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  3. I'm interested in Nippur but I don't know your e-mail, sir. My e-mail is aeoli.pera at gmail.

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